Quisiera que el tiempo se congele en tus manos,
Que me hicieras segundos de tus minutos,
Y mis heridas cicatrizaran con tus labios...
Vivirnos lentamente, hasta sernos muerte de nuestros cuerpos.
Desgarrarnos hasta dejar de ser,
Suicidar los miedos en nuestros ojos,
Engendrarnos en los poros agonizantes,
Quisiera que me resumieras con tu tacto,
Me eternizarás en tu mirada...
Y el gemido ahogado de mis deseos
Susurren en gritos mudos nuestros nombres en un "te amo".
Dime, que no habrá noche que no me dormirás
Qué no habrá día que no me vivirás...
Dime, que después de amarme, me amarás igual
Y nos sobraremos, para amarnos sin rostro.
Fundidos, diluidos, mezclados... siéndonos.
Beatriz Fonnegra.


No hay comentarios.

Con tecnología de Blogger.