Besándote con mis yemas

Me amarro a tu cintura
buscando la dulce tibieza
de tu ancha espalda desnuda,
queriendo borrar de mi pecho
el largo invierno y su dureza
y sin embargo cuando asoma
por mi ventana la primavera
con ese sol que arde en el cielo
y que todavía de noche quema,
aún duermo atada a tu cuerpo
y mis dedos te recorren calmos
sin dudarlo la noche entera,
acariciándote palmo a palmo,
besándote con mis yemas.

María Elena Astorquiza V.


No hay comentarios.

Con tecnología de Blogger.