De sol y luna

En tus lindos ojos
encontró su cuna
la luz de la luna,
por eso iluminas
de noche mi pecho
con tus dos pupilas
cuando tú me miras
desnuda en el lecho
y mis blancas colinas
se pintan de plata
enseñando a tu boca
el camino a las cimas
que ansían tus besos.

En la piel de tu cuerpo
construyó su nido
el tibio sol del ocaso
como si fuera la arena
de la extensa playa
de mi mar querido,
por eso es que busco
escapar del invierno
al calor de tus brazos
que me dan el abrigo
que tanto me falta
cuando el frío hiere
y no estás conmigo.

María Elena Astorquiza V.
Santiago, 3 de Agosto del 2015

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