Como el agua del río
Me enamoré una vez
perdidamente
de unos ojos verdes
y transparentes
como el agua del río
que sin mirarme,
sin saber que yo existía,
alegremente sonreían.
Cuánto hice entonces
por hacerlos míos,
por atraparlos
entre mis redes
y cuánto más
los quise locamente,
desde que su mirada
fue por siempre mía.
María Elena Astorquiza V.
Santiago, 5 de Agosto del 2015
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